Policía francesa arresta a dos nuevos sospechosos

La policía francesa llevó a cabo una detención que ha impactado tanto a la gente como a los medios. Un hombre de 37 años y una mujer de 38 están en el centro de la atención tras ser acusados de participar en el robo de las joyas de la corona francesa en el emblemático Museo del Louvre, un evento que sucedió el pasado 19 de octubre.

El hombre, que ya tenía antecedentes penales, enfrenta cargos de robo y asociación delictuosa. Por su parte, la mujer, de La Courneuve, un suburbio del norte de París, está acusada de complicidad en robo organizado. Según su abogado, ella afirma que no tuvo nada que ver con el atraco. Sin embargo, aún se desconoce su rol exacto en esta trama.

Ambos se encuentran en prisión preventiva mientras la investigación avanza. Esta detención se suma a una serie de acusaciones que han llevado a que un total de cuatro personas sean actualmente juzgadas en conexión con el caso. El grupo detrás del robo, descrito como audaz y meticulosamente planeado, incluyó a cuatro individuos que lograron escalar un balcón del museo utilizando una escalera mecánica. Según reportes, rompieron una ventana y destruyeron las vitrinas que resguardaban las piezas históricas.

Entre los objetos robados se encuentra la impresionante diadema de la emperatriz Eugenia, adornada con cerca de 2.000 diamantes, así como otras joyas napoleónicas que valen más de u$s102 millones (88 millones de euros). Por si fuera poco, las piezas continuaron desaparecidas, lo que genera preocupación sobre su posible uso en actividades ilícitas como el blanqueo de dinero.

Las fuerzas de seguridad están en constante búsqueda de las joyas, rastreando tanto mercados legales como “paralelos”. Sin embargo, hasta ahora, no han tenido éxito. Recientemente, se han dado a conocer nuevos arrestos: un argelino de 34 años que intentaba escapar a Argelia y otro hombre de 39 años con antecedentes de robos. Simultáneamente, tres personas detenidas el 29 de octubre fueron liberadas tras comprobarse que no tenían vínculos con el delito.

La fiscalía advierte que el caso sigue abierto y no descartan nuevas detenciones mientras revisan las pistas. Este robo, además de su historia, ha encendido una alarma sobre la seguridad en instituciones culturales de renombre y su posible conexión con redes criminales internacionales. Las autoridades continúan trabajando arduamente para recuperar piezas que son parte fundamental del patrimonio cultural francés.

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